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Templo y Exconvento de San Miguel.
Fue uno de los cuatro primeros establecimientos franciscanos que se edificaron en la Nueva España. Su construcción comenzó probablemente en 1529 y se termino hacia 1570, dirigida por el gran alarife fray Juan de Alameda. Actualmente es uno de los conjuntos arquitectónicos, en su genero, mejor conservados en México.
El patio atrial es de amplias dimensiones; posee dos accesos con amplias escalinatas y portadas con dos y tres claros arcados. AI centro se localiza una magnífica cruz de piedra y en sus cuatro ángulos sus famosas capillas posas que presentan hermosas relieves de escudos franciscanos y símbolos de la Pasión de Cristo.
AI fondo del atrio surge el monumental templo que da el aspecto de fortaleza, principalmente por sus almenas con saeteras y sus simbólicos pasos de ronda. Lo mas notable en su fachada principal es su portada, de marcado estilo europeo.
Llama la atención de inmediato el vano de entrada que presenta un gran arco conopial sobre jambas de borde semicircular; esta flanqueado por delgadas y altas columnas clásicas, cuyos capitel es de reminiscencia jónica soportan una delgada comisa, para formar un alfiz; este decorado con el cordón franciscano y siete monogramas en griego y latín.
Sobre la comisa se alza la ventana coral con arco de medio punto, entre un marco de finas molduras acompañadas del cordón franciscano; a sus lados aparecen los escudos de las cinco llagas, que rematan las columnas inferiores.
Arriba de la ventana se aprecia un paso de ronda yen la parte superior de la fachada, las almenas con saeteras armonizan con una espadaña y un campanario, que rematan los contrafuertes angulares. Otro motivo de gran interés en el templo lo constituye su puerta norte o porciúncula, considerada como única en su genero.
Probablemente se termino en 1550 y ostenta exuberantes motivos florales y cardos en su decoración, comparables al estilo manuelino de Portugal. Sobresale el arco de tres trazos con perlas isabelinas, la cadena de Toisón y una gigante guirnalda. Sus jambas tienen tableros fitomorfos y columnas con basa y capitel en forma de cestos entretejidos. Sobresale además el alfiz y cuatro escudos franciscanos.
El interior es de una sola nave, cubierta con bóveda de nervaduras góticas con bellas tracerías. En los muros quedan muestras de la impresionante pintura mural al fresco, destacando el titulado “Fresco de los Encapuchados”, En el presbiterio se encuentra el majestuoso retablo mayor estofado en oro. Se compone de predela, cuatro cuerpos y cinco calles, conformadas por columnas tritóstilas y entablamentos decorados en su friso.
En los compartimentos se alojan esculturas policromadas de santos y magníficas pinturas con pasajes evangélicos.
Sobresale al centro del tercer cuerpo la representación de la Estigmación de San Francisco y el remate constituido por una obra pictórica escultórica que representa al Padre Eterno.
Las esculturas son obras de Pedro Requena y las pinturas de Simón Pereyns y Andrés de la Concha. Otro motivo importante es la puerta que une al templo con la sacristía, cuya ornamentación es de primer orden.
La entrada al convento es por la portería anexa, en el costado sur de la fachada principal del templo. Presenta dos amplios arcos soportados al centro por una monumental columna de agradable diseño.
El interior conserva integralmente todas sus dependencias. Destaca el claustro con arcadas en sus dos niveles y sus admirables murales al fresco.
Actualmente alberga el Museo de la Evangelización, que refiere la vida monástica de aquellos tiempos. Su museografía respeta en cierta forma el carácter funcional que tenia cada dependencia; por ejemplo, en la cocina y comedor se aprecian el fogón, los muebles y los utensilios; en las celdas se encuentra el mobiliario indispensable que se destinaba a cada fraile; contiene además textos explicativos referentes a la historia de los huejotzincas y a la actividad de los franciscanos; también reproducciones de códices, dibujos, fotografías de otros exconventos y una magnífica colección de pinturas y esculturas coloniales de gran calidad artística.
De martes a domingo (10:00 17:00 hrs.). Requiere cuota.
Templo de San Diego.
Su construcción se realiza entre 1598 y 1600. Según se dice, la obra se favoreció en este lugar gracias a un pozo milagroso que hasta la fecha se encuentra en el interior.
Su fachada principal presenta sillería de cantera, en la que sobresale la portada con el vano de entrada y la ventana coral, enmarcados por pilastras y comisas.
Se aprecian además óculos, pináculos, roleos, un frontón recto y como remate un pedestal con la escultura de San Diego El campanario contiene vanos arcados, pilastras y cupulín con lintemiIla.
El interior tiene planta de cruz latina, cuya cubierta alterna la bóveda de lunetos, la de pañuelo y cúpula sobre pechinas.
Destacan sus retablos barrocos estofados de oro, en sus variantes salomónico y churrigueresco; además grandes lienzos al óleo con temas religiosos, de los que sobresale el que representa el milagro de San Diego, que por tradición se cuenta salvo a un nicho caído en el pozo antes mencionado. La sacristía es interesante por su techumbre artesonada.
Semana Santa.
Durante los seis viernes, previos a la semana mayor, se llevan a cabo vistosas procesiones con las imágenes de las Tres Caídas y el Señor del Dulce Nombre.
Estas, acompañadas de música de banda, cohetes y el pueblo en general, recorren las principales calles de la localidad, culminando en una casa particular previamente adornada.
Las imágenes permanecen cinco días en dicha casa, durante los cuales se celebran misas, rosarios, bautizos y primeras comuniones. Por las noches se organizan verdaderas romerías.
El quinto día las imágenes son devueltas al templo.
Carnaval.
Inicia desde el segundo domingo del año con los tradicionales “domingos de mascaritas”, conocidos así, porque en el parque central se presentan grupos de personas disfrazadas con mascaras de cartón, que conviven y bailan por las tardes con música de banda.
El sábado anterior al miércoles de ceniza comienza el carnaval propiamente dicho con danzas autóctonas de los Negritos, los Zapadores, los Suavos, los Turcos, los Indios, los Serranos y los Zacapoaxtlas, que bailan en el parque central y en las principales calles de la localidad desde medio día hasta el atardecer, acompañados por su respectiva banda de música de viento y banda de guerra.
El domingo, lunes y martes, estos mismos grupos inician sus bailes desde temprana hora; nombran a un general en jefe y forman diferentes grupos que representan el casamiento autóctono, el rapto de la dama, los forajidos y simulacros de guerra.
El ultimo día a las 12 horas se lleva a cabo un desfile de todos los grupos participantes que recorren las principales calles de la localidad; posteriormente organizan una comida y la quema de un jacal a escopetazos.
La cordialidad y alegría de la población se mantiene durante todos estos días de fiesta, que finaliza con un simulacro de guerra entre todos los participantes.
Fiesta de San Miguel Arcángel.
Se realiza del 23 de septiembre al 1 de octubre, aunada a la feria local. Es una de las festividades mas importantes a nivel regional, cuyo programa incluye: misas, rosarios, peregrinaciones, procesiones, serenatas, música de banda, fuegos artificiales.
Además, elección y coronación de reina, exposición ganadera, artesanal, agrícola e industrial; peleas de gallos, carreras de caballos y, eventos culturales con la participación de las casas de la cultura de las ciudades de Puebla, Veracruz y de la localidad.
Así también, eventos deportivos, bailes populares, juegos mecánicos y venta de antojitos regionales.
Casa de la cultura.
Institución que realiza exposiciones temporales de los trabajos realizados en sus diferentes talleres, como son: pintura, dibujo, danza y música, entre otros. Además participa activamente en las fiestas locales y regionales, presentando espectáculos culturales.
La localidad cuenta con un mercado permanente de artesanías, ubicado en el parque central, donde se pueden adquirir productos textiles elaborados en esta y otras localidades como son: sarapes, jorongos, gabanes, chales, rebozos y chalecos.
Recursos Turisticos
La importancia radica en sus campanarios, donde se muestran vanos con arcos lobulados y en las esquinas cuatro columnas de fuste estriado y capitel corintio; sus cornasimentos son movidos y el ultimo cuerpo que es ochavado, esta rodeado por una balaustrada.
El interior es una sola nave, cubierta con bóveda de lunetos y dos cúpulas de gajos sobre tambor y pechinas. Destaca en la capilla del Santísimo un ciprés dorado con características neoclásicas.
